1. Perfecta idea para un centro de mesa (siempre que se coloque de día, ya que la suavidad de las rosas se pierde con la oscuridad y la luz artificial): Coloca un florero bajo y con la base plana, llénalo de agua a la mitad y sumerge las rosas, todas iguales, con el tallo cortado a ras. Deja que el agua humedezca los pétalos.
2. Combinar dos floreros: uno alto y cilíndrico de boca estrecha donde colocarás dos o tres rosas jugando con sus alturas, dentro de otro más ancho y bajo pero del mismo formato. Juega con el agua también, creando diferentes niveles. Elimina siempre las espinas en estos adornos.
3. Elegante decoración para una ocasión especial: Pon en un estante o en la repisa de la chimenea tres jarrones de cristal con piedras, agua y unas ramas floridas. Para terminar esparce unos pétalos.
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