Imágen: elrincondelascosasbonitas
Solo necesitas comprar el mantel individual SNAR de Ikea y colgarlo donde prefieras.
Puedes disponerlo en la pared del dormitorio, en tu vestidor, colgarlo de una puerta del armario... Además, como no pesa mucho, puedes utilizar un enganche adhesivo de plástico y evitar hacer agujeros.
Este colgador es idóneo para pendientes grandes (de los que cuelgan), ya que los más pequeños se sujetan peor y terminan cayéndose. Para esos pendientes te aconsejo que utilices un corazón cestería de Maisons du Monde, también los he visto en Primark. Puedes rellenar el corazón con espuma y así poder clavar en ella los pendientes pequeños. Además quedará preciosa la combinación del corazón con el mantel, colgados ambos del mismo gancho.
Este mantel solo lo venden en color natural pero si lo deseas puedes pintarlo con pintura en spray para darle un toque de color.
También, puedes ver anteriores post que he realizado sobre ordenar pendientes (aquí), bolsos (aquí), accesorios de pelo (aquí) o sobre la banda magnética Grundtal (aquí).
Los pendientes se han convertido en accesorios, para muchas mujeres, y algunos hombres, indispensables en el día a día, fiestas, reuniones,.. ¿Pero dónde o como surgieron?
Todo apunta a descubrimientos realizados en Irak cuando se reportaron los primeros vestigios correspondientes a la edad de bronce. Antes, eran usados como amuletos esperando alejar energía negativa, malos espíritus o también enfermedades. Se creía que además de ahuyentar todo lo malo, traía cosas buenas, prosperidad, salud y todo lo positivo a la persona que los llevaba puestos.
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